Muerte por PowerPoint – 6 hallazgos para reflexionar

Autores:
Ledys Ma. Izquierdo*. Pediatra Intensivista, MSc Ing. Biomédica. Esp. Docencia en Universitaria(c). 
Eduardo Pinto*. Médico, EdM. Educación.
Andrés Rico*. Médico internista, CEO AIpocrates.
*Miembros de la línea: Educación médica e Inteligencia Artificial de AIpocrates. 

Muerte por PowerPoint
Muerte por PowerPoint

Figura 1. Imagen alusiva a muerte por PowerPoint. Ilustra los efectos de las diapositivas densas sobre el compromiso y aprendizaje del estudiante, y sobre la efectividad docente.

El problema de las malas presentaciones

Todos hemos estado allí: sentados en una sala, los ojos vidriosos, mientras un ponente lee interminables listas de viñetas de una diapositiva sobrecargada de texto. Este fenómeno tiene un nombre bien conocido: «Muerte por PowerPoint». Es una experiencia universalmente frustrante, especialmente en campos como la educación médica, donde las diapositivas son omnipresentes en clases, conferencias y rondas clínicas.

Aunque su objetivo es enseñar, estas presentaciones a menudo confunden más de lo que aclaran. Sin embargo, cuando el diseño se alinea con los principios cognitivos, el impacto es extraordinario. Un estudio demostró que rediseñar las diapositivas siguiendo la evidencia científica produjo una mejora sustancial en la retención a corto plazo (d = 1.49). El problema, por tanto, no es la herramienta, sino la profunda desconexión entre cómo diseñamos las diapositivas y cómo funciona realmente nuestro cerebro.

Para lograr una enseñanza auténtica y un aprendizaje profundo, las presentaciones visuales deben transformar al docente en un facilitador cognitivo y al estudiante en un interrogador crítico. Entonces, ¿cómo cerramos esa brecha? La respuesta, según décadas de investigación, es sorprendente y nos obliga a replantearlo todo.

Los 6 descubrimientos sobre el aprendizaje que ignoramos al usar PowerPoint

Figura 2. Seis hechos que no debemos olvidar al preparar diapositivas.

La investigación sobre cómo aprende nuestro cerebro ha revelado verdades incómodas sobre nuestras prácticas habituales. Aquí hay seis de las más impactantes:

1. En promedio, PowerPoint no es mejor que una pizarra.

Un metaanálisis que revisó 48 estudios llegó a una conclusión contraintuitiva: en promedio, no existen diferencias significativas en el aprendizaje cognitivo entre la instrucción que usa PowerPoint y la enseñanza tradicional, como el uso de una pizarra. La métrica estadística que respalda este hallazgo es mínima (Hedges’ g = 0.067).

Este dato es sorprendente porque sugiere que, a pesar de la tecnología y la aparente modernidad, una mala presentación digital no aporta ninguna ventaja sobre los métodos clásicos. Curiosamente, el análisis encontró efectos positivos solo en la educación primaria, pero no en niveles superiores. Esto indica que la eficacia de la herramienta depende del nivel cognitivo y educativo del estudiante y que, para audiencias más avanzadas, el diseño es mucho más crítico que el formato.

2. Menos es más.

Al aplicar una rúbrica para evaluar el diseño de diapositivas se encontró que los educadores médicos valoran sobre todo la legibilidad de figuras y datos, la baja saturación visual, el uso de imágenes relevantes y el énfasis adecuado en los puntos clave, tanto en texto como en gráficos. 

En contraste, los esquemas de color y las animaciones fueron los elementos menos valorados, pese a ser los más usados en presentaciones deficientes. 

En las respuestas abiertas, los participantes destacaron la reducción de texto, la simplicidad y la coherencia entre lo verbal y lo visual como aspectos esenciales, lo que indica que los buenos educadores aplican de forma intuitiva los principios de la teoría de carga cognitiva.

3. Compartir las diapositivas por adelantado puede sabotear el aprendizaje.

Parece un gesto de ayuda, pero entregar los materiales antes de la clase puede tener un efecto paradójico. Un estudio controlado encontró que, al hacerlo, la asistencia a clase cayó del 77% al 60%. Pero el problema va más allá de la asistencia.

Esta práctica fomenta una menor atención durante la presentación, promueve una dependencia pasiva del material y anula el beneficio cognitivo que se obtiene al tomar notas de forma activa. Cuando los estudiantes sienten que ya tienen «todo» el contenido, su motivación para comprometerse críticamente con la explicación en tiempo real disminuye, lo que resulta en un aprendizaje menos profundo.

4. El texto en la pantalla compite directamente con tu voz.

Para entender por qué esto ocurre, debemos recurrir a la Teoría de la Carga Cognitiva de John Sweller. Esta teoría postula que nuestra memoria de trabajo tiene una capacidad limitada. El aprendizaje se optimiza cuando se minimiza la carga «extrínseca» (el esfuerzo mental innecesario impuesto por un mal diseño) para liberar recursos para la carga «germana» (el esfuerzo dedicado a comprender realmente el material).

Uno de los mayores errores de diseño es ignorar el efecto de redundancia. Cuando un ponente proyecta una diapositiva llena de texto y la lee en voz alta, crea un conflicto, ya que la «voz interna» que usamos al leer es dos o tres veces más rápida que el habla normal. Esto obliga al canal de procesamiento verbal del cerebro a gestionar dos flujos de información idénticos y en competencia. En lugar de reforzar el mensaje, esta duplicación compite por los escasos recursos de la memoria de trabajo y sabotea la comprensión.

Como advierte la teoría de la carga cognitiva, es útil hablar sobre un diagrama, pero repetir literalmente el texto que ya está proyectado sobrecarga la mente y sabotea el aprendizaje.

5. La «maldición del conocimiento» nos convierte en peores comunicadores.

La «maldición del conocimiento» es un sesgo cognitivo que hace que los expertos asuman erróneamente que su audiencia tiene los conocimientos previos necesarios para entender la información. Tienden a sobrestimar lo que el público sabe y, por lo tanto, no logran simplificar el contenido de manera efectiva.

Este sesgo explica por qué tantas diapositivas, especialmente en campos técnicos como la medicina, están saturadas de detalles excesivos y jerga. Temiendo olvidar puntos clave o, más profundamente, no dominar completamente el tema, el presentador usa las diapositivas como un «salvavidas», incluyendo todo el contenido en ellas. El resultado es una presentación diseñada para la seguridad del ponente, no para la claridad de la audiencia, que colapsa bajo el peso de información irrelevante.

6. La mayoría de los docentes diseñan por intuición, no por evidencia.

Existe una desconexión persistente entre lo que la ciencia cognitiva recomienda y lo que se hace en la práctica. Un estudio con 2,247 docentes reveló que solo un tercio aplicó plenamente los principios de diseño multimedia. Esta brecha se ve reforzada por la persistencia de mitos pedagógicos; por ejemplo, el cuestionario MMLQ, aplicado a 311 docentes y estudiantes, evidenció concepciones erróneas generalizadas sobre el aprendizaje multimedia, como la creencia en los «estilos de aprendizaje».

La raíz del problema es sistémica. La mayoría de los docentes carece de formación formal en diseño instruccional, operando en una cultura académica que subvalora el diseño instruccional y prioriza el dominio del contenido sobre la habilidad pedagógica. Estas barreras institucionales y culturales perpetúan el diseño de materiales basados en la intuición en lugar de la evidencia.

Figura 3. Resumen gráfico de esta columna. 

Conclusión: De la sobrecarga a la claridad con un nuevo aliado

El veredicto es claro: el problema no es PowerPoint. El problema es el diseño subóptimo que ignora sistemáticamente los principios de cómo funciona la mente humana. Las diapositivas que sobrecargan, distraen y confunden son un síntoma de una falta de alineación entre nuestras prácticas de enseñanza y la evidencia científica.

Aquí es donde la Inteligencia Artificial (IA) emerge como una oportunidad. Los nuevos modelos de lenguaje pueden funcionar como un «asistente de diseño instruccional», ayudando a crear materiales alineados con los principios cognitivos. Sin embargo, su uso acrítico conlleva riesgos como erosionar habilidades existentes (deskilling) o impedir la adquisición de competencias básicas (never-skilling). La solución no es la automatización ciega, sino combinar la IA con la inteligencia educativa.

La verdadera pregunta es: ¿estamos listos para dejar de buscar la próxima gran tecnología y, en su lugar, aprender a usar las herramientas que ya tenemos para construir puentes —y no muros— entre el conocimiento y la mente humana?

Declaración de uso de IA: Los autores se apoyaron en Perplexity Pro para revisión bibliográfica y borradores referenciados, en Chat GPT para condensación y redacción, y en Gemini 2.5 Pro para generación de la figura 1. Concibieron la estructura, verificaron referencias, diseñaron la figura 2 y son responsables del contenido de esta columna.

Lecturas recomendadas

  • Paivio A. Mental representations: a dual coding approach. New York: Oxford University Press; 1986.
  • Mayer RE, editor. The Cambridge handbook of multimedia learning. 2nd ed. Cambridge: Cambridge University Press; 2014.
  • Issa N, Schuller M, Santacaterina S, Shapiro M, Wang E, Mayer RE, et al. Teaching for understanding in medical classrooms using multimedia design principles. Med Educ. 2013;47(4):388–96. doi:10.1111/medu.12127
  • Baker JP, Goodboy AK, Bowman ND, Wright A. Does teaching with PowerPoint increase students’ learning? A meta-analysis. Comput Educ. 2018;126:376–87.
  • University of New Brunswick. Effect of posting lecture slides online on attendance and student performance [Internet]. Fredericton (CA): University of New Brunswick; [cited 2025 Nov 3]. Available from: https://www.unb.ca/fredericton/cetl/services/teaching-tips/special-issues/effect-of-posting-lecture-slides-online-on-attendance-and-student-performance.html
  • Eitel A, Prinz A, Kollmer J, Niessen L, Russow J, Ludäscher M, et al. The Misconceptions About Multimedia Learning Questionnaire: an empirical evaluation study with teachers and student teachers. Psychol Learn Teach. 2021;20(3):420–44. doi:10.1177/14757257211028723
  • Ferguson I, Wakeman M, Eckstein M, Watts K, Anderson C, Huang YM. Continuing medical education speakers with high evaluation scores use more image-based slides. West J Emerg Med. 2017;18(1):152–8. doi:10.5811/westjem.2016.10.31484
  • Sudario G, Mallari B, Lim W, Tan L, Palafox C. The Applied Weighted Slide Metric (AWSM) tool: creation of a standard slide design rubric. J Adv Med Educ Prof. 2022;10(2):91–8. doi:10.30476/jamp.2021.91010.1428

Un comentario en “Muerte por PowerPoint – 6 hallazgos para reflexionar

  1. Gran aporte para la docencia en medicina y en general para la entrega de información a través de PowerPoint que se ha convertido en rutina en nuestras comunicaciones ante cualquier audiencia

    Felicitaciones

    Me gusta

Deja un comentario